Cierto es que el que no corre
vuela, por eso el motivo de éste post. Llegó a mis manos una publicación que me
sorprendió bastante aunque de manera negativa desde mi punto de vista hacia la
sociedad y sobre todo hacia los padres con hijos con trastornos de comportamiento.
Hasta hace poco más de tres años era casi desconocido el TDAH, pero gracias al
bombardeo de las redes sociales y las asociaciones que ayudados por éstas redes
han colaborado a que sea reconocido incluso para las becas y para los docentes.
Lo mismo ocurrió con el síndrome
de Asperger, por ejemplo, un desconocido hacia unos cinco años, que incluso me
han llegado a decir personalmente que era una nueva enfermedad, cuando se
descubrió en 1940 por el doctor del mismo nombre.
El caso es que debido al
bombardeo de una alta estadística de niños con déficit de atención han
comenzado a salir profetas, consultas y entendidos en la materia, informando
que desde muy pequeños con 8 ó 10 años ya estaban diagnosticados, y esa fue mi
sorpresa. Es verdad que con toda la información de que disponemos en la
actualidad y con la experiencia de cada uno podemos decir, “Igual que yo,
también tenía los mismos problemas”, o “Ahora me entero de lo que me ocurría”,
pero en ningún caso decir, “Fui diagnosticado de pequeño y puedo hacer
consultas” (Que estamos en crisis).
Cual es la razón de mi punto de
vista, porque claro mantengo la libertad de expresión y que cada cual utilice
el raciocinio o su conciencia como le parezca…Todo aquel que se haya preocupado
un poco por los TGD, sabrá que el que relanzó la hipercinética fue el
psiquiatra infantil León Eisenberg, quien lo incluyó en el “Manual de
diagnósticos y estadísticos de trastornos mentales” en 1968; como trastorno
hipercinético, pues desde los años 30
a los niños con falta de concentración se les
diagnosticaba con el síndrome posencefálico a pesar de que nunca tuvieran en su
historial médico éstos niños encefalitis.
Después se ha hablado mucho de
que siete meses antes de morir Leon Eisenberg
confesó que se trataba de una enfermedad ficticia, lo cual es
indemostrable, además de poco creíble pues científicamente están las pruebas
genéticas que constituye el estudio de los cromosomas 4 (DRD5, DRD1B,DRD1L…) 11
(DRD4…), etc. Además de las circunstancias de la vida del feto en el vientre
materno como se estipula en uno de los puntos del CIE10.
Expuesto esto aclaro que en el
Manual de Salud Mental de la Asociación Americana de Psiquiatría DSM-IV-TR, no
se incluyó hasta el año 1994 como TDAH, que en el CIE10, de la Organización Mundial
de la Salud ,
1992, y CFTMEA, Manual de Francia en los años 2000. Todas ellas clasificaciones
de consenso, descriptivas, categoriales, no dimensionales, actualmente
multiaxiales que constituyen varios ejes de diagnósticos.
CIE10 lo publicó en 1996, y lo
tradujo al castellano en 2001. Además se excluyó el TDA, dejando sólo como
diagnóstico válido el TDAH por ser severo.
Es muy importante el diagnóstico
diferencial con los trastornos limítrofes y/o comórbidos. Y una vez
diagnosticado, la propuesta de tratamiento es farmacológica, Psicoterapeuta,
familiar y escolar.
No es mi deseo en profundizar en
las explicaciones del TDAH, su diagnóstico y tratamiento, pues para ello no es
este post, pero si dejar claro que en realidad como TDAH, no es mencionado
hasta hace pocos años reconocido como tal.
Siempre ha existido, pero no en
los manuales médicos de los organismos oficiales mundialmente conocidos. Así que podremos
seguir diciendo “Anda, ahora me entero de lo que me pasaba”, pero desde luego
está fuera de lugar publicar “Me diagnosticaron de pequeño con tal edad”,
porque entonces amigos, estamos hablando de una persona de no más de 13 años.
Hiperactividad, sí, hipercinético, sí, TDAH, no.