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AFECTIVIDAD EN LAS MENTES BRILLANTES

Debido a la gran cantidad de correos que me han llegado preguntando sobre la afectividad, emociones y sentimientos de las personas consideradas en generalidad como mentes brillantes, tras reflexionar y pudiendo hablar desde la experiencia, puedo dar mi punto de vista, pero siempre teniendo en cuenta que es una opinión personal en personas aisladas de grupos de altas capacidades e inteligencias múltiples.

Personas que me han escrito desde Francia, Argentina, México, EEUU o Gran Bretaña que siguen mi blog, me comentan que la inteligencia emocional es tan importante como la intelectual, lo que me parece muy correcto y a tener muy en cuenta cuando se tratan mentes brillantes, que en un futuro próximo pueden llegar a ser personas con gran capacidad de trascender al mundo sus inventos, ideas, conocimientos, pero, menos loable su interactividad en la comprensión de otras personas.

Por lo general, cuando los niveles intelectuales son muy altos nos encontramos con la dicotomía de que la edad mental no está en equilibrio con la edad emocional. Pues creo que es todo lo contrario, aunque me lo pueden negar los psicólogos, ¿Por qué expongo ésto?...Según los psicólogos cuando encuentran una persona con un CI de 145, en un menor, puesto que normalmente un adulto no asiste a un diagnóstico; el psicólogo detecta que la edad mental está en desfase con la emocional, por lo que un niño de 10 años tendría la edad mental en éste supuesto de 13 o 14 años mientras que sus emociones frente a sus sentimientos es de 10, su edad cronológica. No entienden los psicólogos que (por fortuna no todos), que si es maduro mentalmente debe serlo emocionalmente. Pues bien, no existe tal desequilibrio, el caso es que un verdadero CI de alto grado, tiene un equilibrio tan perfecto en ese estado que frente a situaciones que no puede afrontar precisamente porque las entiende y los demás lo ven como a un niño pequeño. Su propia impotencia le hace derrumbarse. Las mentes brillantes frente a ciertas situaciones actúan con diligencia, no como un pequeño, pues su nivel emocional es tan alto como la mental.

En muchas ocasiones no interactúan, los ven fríos y calculadores, sin sentimientos ni mostrando su situación ante una circunstancia. Sin embargo, quienes los llegan a conocer encontraran una persona en la que confiar, ya que su capacidad de comprensión los convierten en consejeros natos. Los que llegan a conocer a una persona de características semejantes a las mencionadas, es porque antes ellos se han dejado conocer, y si es así, es porque han detectado que el nivel de comprensión es recíproco, de lo contrario, se apartan, por temor a no ser entendidos, a que los vean como prepotentes, pesados o excéntricos. Suelen luchar por causas no asistidas o por injusticias con bastante persistencia, no se dan por vencidos, y desde luego en un campo concreto, aunque tiene la habilidad de llevar muchas cosas al mismo tiempo y no perderse en el camino. No suelen mirar por sus propias necesidades pues anteponen el entorno. No miran por su felicidad, es como si no fuera una prioridad. La defensa de sus objetivos los hace muy diferentes al resto, y a pesar de no interactuar en demasía, sobresale por su destreza tanto en la comunicación como en todo lo que dice; lógicamente por ello son mentes brillantes.

Saben que son esclavos de sus palabras y dueños de sus silencios, por ello piensan muy bien antes de hablar sobre cualquier cuestión que se le plantee. El nivel de afectividad de las relaciones con los demás depende de la persona que esté enfrente. Así como seas tú serán ellos. De antemano presuponen las conversacionen y tienen las respuestas. No significa por ello que sean calculadores, sino previsores para que todo vaya por el camino en el que no pierdan el control, percisamente sobre sus emociones, Las mentes brillantes actúan con el conocimiento de la consecuencia posterior, no dejan nada al azar, pero saben cual será el próximo paso a dar. Desde luego que tienen emociones, les gusta estar bien, sin conflictos, su defensa no es el ataque, sino llegar a la solución sin perjuicios.

En resumidas cuentas, las mentes brillantes tienen tantas emociones como cualquiera, viven las experiencias con la misma intensidad que cualquiera, pero con la facilidad del control mental, por lo que su ventaja radica en ese perfecto equilibrio entre mente y corazón. Les gusta la música, la lectura y el conocimiento sobre todas las cosas, y ni qué decir, también les gusta ser felices y entendidos.