Aparece de nuevo en escena un niño con Sobredotación, estudiante de 3º de la ESO con un sobresaliente en un trabajo sobre la violencia escolar y otro sobrealiente en su exposición.
No tiene desperdicio y recomiendo su profunda lectura y las emociones que levanta.
Copio y pego y le agradezco su colaboración por el favor de poder publicarlo.
LA VIOLENCIA ESCOLAR
INDICE
- Violencia y Filosofía de vida
- El ser violento en la sociedad
- La madurez da la respuesta
INTRODUCCIÓN
He decidido hacer la redacción sobre éste tema porque puedo contarlo en primera persona y quizás pueda aportar ciertos datos que pudieran ser de interés.
La violencia escolar, tiene muchos matices a los que nos podamos acoger debido a las conductas arcaicas, dentro de la evolución actual del comportamiento humano. El arquetipo de las personas con cierta agresividad se puede dividir en varios módulos desde mi perspectiva, y dentro del marco experimental en primera persona, a saber:
- Por la escasa evolución personal, en la que prima el estado de supervivencia por las circunstancias personales
- Por el arquetípo ancestro dentro del subconsciente que aflora al conciente
- Por un estado de impotencia dentro de la escala de valores personal de cada individuo
DESARROLLO
Violencia y Filosofía de vida
En cada caso se puede vislumbrar en resumidas cuentas el estado de primacía dentro de la manada, y de la que en realidad no son concientes en su mayoría. Según Eduard Punset, escritor, político y filósofo catalán, en su libro El Poder de la Mente, en la generalidad grupal de la humanidad, todos sentimos la necesidad de formar parte de la manada. Es decir, siempre se implica como primera persona el líder. Aquí es donde aparece la escasa evolución personal, el arquetípo ancestro y la impotencia en la escala de valores. Tal como apunta el prestigioso psiquiatra, sociólogo y pediatra español Joaquín Atienza...- La persona violenta, con la impotencia ante personas no afines a sus creencias o dictados que se salen del grupo, estimulan sus mentes con críticas negativas hacia dicho individuo que una vez anulado del círculo de confianza es una amenaza y por lo tanto debe ser humillado y eliminado.- De alguna forma se mezcla la idea de Punset y de Atienza donde prácticamente describen como violento a la persona incapaz de adoptar una actitud de respeto al resto de los individuos que no desean formar parte de la manada y a la víctima como ser libre de escoger donde desea estar y es por ello que recibe amenazas, insultos y golpes lejos de un concepto fuera de la ética, de la moral y de la educación propiamente dicha.
El ser violento en la sociedad
En algunas ocasiones escuchamos que las personas violentas son en sí de esa forma debido a las circunstancias en las que se han criado, pero a mi forma de ver y de muchas asociasiones como ASA de Málaga, CADIS de Sevilla o Areté de Huelva, las muchas denuncias que existen por menores acosadores son etiquetados como personas negadas a la sociabilización e incapaces de crear un futuro en el que prevalezca la individualidad y el respeto por las normas establecidas, y por lo tanto una amenza para las personas que le rodean en el futuro.
Y como dijo Sócrates:- El verdadero conocimiento se demuestra cuando la sabia respuesta es inobjetable. Y es inobjetable la violencia actual que se publica diariamente en periódicos y televisión de individuos que ejercen su fuerza a los más vulnerables, pasando de violencia escolar, a violencia callejera y más tarde robo o violencia de género.
La madurez da la respuesta
Ante la discordia con otras personas prefiero ejercer el espacio de "mucha gente", "poca gente", "casi nadie", como describe el escritor brasileño Paulo Cohelo, en su libro Como el río que fluye. Este escritor, harto de personas que se agolpaban a su alrededor sólo para probar sus conocimientos en la materia de filosofía y ridiculizarlo en el momento que se equivocara, las consideró "Mucha gente". En sus reuniones con algunos amigos y familiares que oían sus ponencias sobre literatura y respetaban sus creencias y espacio vital, los consideró "Poca gente". Y cuando realmente deseaba estar sólo, sumido en sus pensamientos creativos para la próxima obra lo etiquetó como "Casi nadie". Pues así es como me siento muchas veces, ya que alegué al principio del texto que lo sufrí en primera persona.
Desde pequeño observaba como los niños se pegaban, se quitaban los materiales y ofendían con insultos graves. No entendía tal actitud y me decían que no me integraba en ningún grupo. Ahora entiendo que el problema no es mi integración ni la de cualquier ser que no se ve siguiendo a un líder, sino que el problema radica en la poca o escasa sociabilización de las personas violentas que desean marcar un territorio como si de su subconciente tuviera una poderosa obsesión de marcar territorio.
Estudiando en un colegio de monjas en Sevilla, con ocho años, cuatro personas, pues no eran compañeros, sino individuos de una manada, me dieron una paliza por no querer formar parte de un grupo en el que primaba las agresiones a otros estudiantes o las bromas pesadas a los profesores. Cuando me llevó mi padre al hospital, la misma médica puso la denuncia llamando a la policía, y éstos a través de la fiscalía de menores en contacto con el colegio fueron expulsados del mismo, y custodiados por un tiempo por el tutelar de menores, ya que los delitos no son imputables hasta que se cumplen los catorce años. Y recuerdo las palabras de mi madre:- Que bonita palabra es la Justicia, cuando en realidad queremos esconder la palabra venganza". Y yo me preguntaba, quién se ha vengado realmente.
CONCLUSIÓN
Y como conclusión, quiero reseñar las palabras que le dije a mi tutor del colegio anterior cuando me preguntó por el objetivo que yo quería conseguir en éste curso: - Intentaré integrarme-. Le contesté. A lo que alegó mi padre que estaba delante:- Te compro una moto y te doy dinero para litronas y verás lo rápido que te integras-. Y mi maestro de sociales que también se encontraba allí comentó:- Recuerda lo que leíste de tu redacción el día de la paz-. Y lo recordé. Fue la frase más famosa de Majadma Ghandi: "No existe el camino hacia la Paz, la Paz es el camino".
FUENTES
- Experiencia personal
- Asociaciones de Altas Capacidades
- Pediatra Joaquín Atienza en sus publicaciones de internet
- El escritor Paulo Cohelo, en su libro Cuando el río fluye
- El escritor Eduard Punset, en su libro El Poder de la Mente
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